domingo, 15 de septiembre de 2013

TEST GAL: AVERIGUA SI TU EMPRESA ES O NO FAMILIAR.


Existen empresas familiares y existen familias empresarias, y no son lo mismo. Normalmente detrás de una empresa familiar existen una o más familias empresarias, las cuales suelen haber realizado más de un emprendimiento. Es típico de una familia empresaria que cada nueva generación se sume a un negocio familiar o emprenda uno propio. La formación, el ambiente y la genética se combinan para ofrecer nuevos emprendedores. 

El universo de las empresas familiares es muy amplio. Las mismas son un importarte motor de la economía, y según la definición que se adopte representan entre un 50 y un 85 % porciento del total de empresas.

Los problemas de las empresas familiares son peculiares. Es por eso que abordar la administración de un organización de este tipo requiere una visión particular. Y en tal sentido es importante también utilizar una definición operativa, que permitan su rápida identificación. Sugiero la siguiente, que una empresa es famliar cuando pertenece a una o más familias y al menos dos integrantes de generaciones diferentes conviven en la administración cotidiana del negocio, percibiendose a sí mismos como empresa familiar y con visión de legado.

Es decir, deben superar lo que denomino el Test GAL:

Generaciones: ¿conviven en la administración del negocio o tienen funciones directivas dos o más integrantes de dos o más generaciones diferentes? Por ejemplo, Juan es gerente general y su sobrino Lucas es responsable de marketing. Pero es importante que uno de ellos sea el número uno, entendido como la persona con mayor autoridad en la empresa. Hasta que un integrante de una próxima generación no haya ingresado al negocio, no es posible decir que la empresa es familiar, porque todavía no se producen los problemas de convivencia organizacional que las caracterizan.

Accionistas: ¿son estos familiares parte de una de las familias propietarias?  Pudiendo ser ellos mismos accionistas o no, es importante que exista un lazo sanguineo directo con alguna de las familias propietarias. Siguiendo el ejemplo, Juan es accionista, pero Lucas no, aunque su padre Ricardo sí lo es.

Legado: ¿el número uno piensa que el futuro de la empresa se encuentra vinculado a la familia? En nuestro caso, es fundamental que Juan, siendo parte de la familia propietaria y número uno del negocio, solamente conciba el traspaso del poder a manos de la próxima generación familiar. Si el número uno se imagina vendiendo la empresa a terceros, o la empresa no tiene herederos, se pierde el caracter de empresa familiar. La visión del número uno es tan esencial a la identidad de la organización como lo puede ser su cultura o sus productos.