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viernes, 22 de septiembre de 2017

LIDERAZGO TRANSACCIONAL DE KERTESZ

El Dr. Roberto Kertesz publicó en la década del ´90 un modelo de liderazgo basado en el Análisis Transaccional de Berne, a partir de los diferentes estados del YO (Padre, Adulto, Niño) que pueden presentarse en una persona cuando interactúa con otros, generando estímulos y respuestas.

El modelo identifica 4 estilos de liderazgo favorables al logro de resultados: CONDUCTOR, PROTECTOR, RACIONAL Y CREATIVO. Y cuatro estilos inadecuados que surgen por derivaciones negativas de los estados del YO sobre los cuales se apoyan los anteriores: Autoritario, Salvador, Frio e Indiferente.

El cuadro siguiente resume este modelo, y está basado en el libro "Liderazgo Transaccional: como hacer que la gente haga. ", Editorial IPPEM

viernes, 23 de octubre de 2015

ELIGE SER LIDER

Liderar es inspirar y asociar con un sueño.
Un líder debe ser atractivo para los demás, debe saber organizarlos para trabajar como un equipo y presentarles una visión que todos puedan abrazar como propia.
Si no tienes un sueño propio busca el de alguien más. Porque cuando la pasión reemplaza la obligación, somos capaces de superarnos, de ir más allá.
Un líder no teme comprometerse. Cuando escucho si un líder nace o se hace…pienso que no podemos quedar atrapados en esta pregunta. Pienso que alguien no nace ni se hace líder. Somos líderes por elección. El liderazgo es más una cuestión de actitud frente al mundo, tiene que ver con hacernos cargo de las cosas que suceden a nuestro alrededor. El liderazgo es una capacidad, un potencial, pero somos lideres cuando lo ejercemos. Muchos de ustedes quizá formen parte de organizaciones, y hasta ya participen de su administración. Pero sepamos que un líder no administra solamente . Un auténtico líder transforma, produce cambios. Por eso está dispuesto a arriesgarse. No teme exponerse frente a los demás, ya sea sus pares o sus superiores. No teme ser ni parecer diferente.
Necesitamos líderes, en todas las organizaciones, en las públicas y en las privadas. Necesitamos líderes en todos los niveles. Las empresas del futuro, serán aquellas que no descansen sobre la figura de una sola persona. Serán las que tengan un sistema de
liderezgo que construya las organizaciones construyendo antes a las personas.
Porque ser líderes es ante todo una elección personal, te animo a elegir vivir tu vida como un líder.
Agustín Arieu

lunes, 1 de junio de 2015

MODELO DE LIDERAZGO

Liderar es inspirar y asociar con un sueño.

Un líder es ante todo una persona atractiva. Alguna característica personal lo diferencia de los demás. Se trate de una característica física, intelectual o actitudinal, el líder es portador de una señal que indica que se debe "prestar atención". A veces, la autoridad formal que confiere el puesto en una organización puede servir como diferenciación. Pero este atractivo se desvanece pronto, si a las formas no se les aporta contenido simbólico (etapa 1)

El liderazgo es una condición que se apoya en el contexto. Quien es líder en determinada circunstancia no necesariamente lo será en todos los ámbitos.

Ser atractivos otorga la oportunidad de despertar interés por parte de los demás, de captar su atención, y abre una ventana de oportunidad para transmitir propósito. En este punto se puede compartir el sueño, que puede o no ser propio. Basta que sea inclusivo y pueda ser aceptado por todos como un futuro deseable (etapa 2).

En la tercera etapa, el líder trabaja en la construcción organizacional, y vincula cada parte con el propósito, los asocia en una estructura social y los compromete. El líder deja de ser el componente más atractivo y la atracción se confiere al proyecto.

Finalmente (etapa 4), cada integrante se transforma a su vez en un líder secundario, para atraer y comprometer a otros.













domingo, 11 de noviembre de 2012

CUANDO EL PREJUICIO NO ES MALO



Nos enseñaron toda la vida que juzgar a los demás es malo, y que prejuzgar es aún peor. Pero quienes nos alertaban sobre estas inapropiadas conductas sociales no advertían que formarse un concepto de los otros a través de lo que conocemos de esas personas, o de lo que no conocemos, es inherente a la propia naturaleza humana. Necesitamos interpretar la realidad para tomar decisiones de todo nivel, y en ese entendimiento del entorno evaluamos constantemente a quienes nos rodean, formando opiniones. Si no lo hiciésemos nos quedaríamos paralizados, ya que la opinión precede a las decisión, y ésta a su vez a la acción.

Un juicio puede ser equivocado, pero cuando se realiza en forma cuidadosa, crítica y reflexiva tiene mayor posibilidad de ser acertado. El juicio acerca de los demás se basa en lo que conocemos de esas personas. Pero conocer requiere tiempo y dedicación, y como la mayoría de las veces no los tenemos, el prejuicio se hace imprescindible. No tenemos elementos suficientes para juzgar, pero si no prejuzgamos tampoco podemos actuar.

El problema con los prejuicios es que necesitamos advertir que son sólo eso, y que no pueden ser definitivos. Los prejuicios hablan más de nosotros mismos que de las personas que son objeto de ellos; cuando formamos opinión sobre los demás a partir de un prejuicio, lo hacemos basados en nuestra propia historia, forma de pensar y percibir al mundo.

Quienes son responsables de conducir una organización interactúan con decenas o cientos de personas, algunas de forma más cercana, otras de manera superficial. También asumir una posición nueva en un nuevo sector obliga a trabajar con información incompleta sobre el resto del equipo. Ambos casos pueden dar lugar a una profunda falta de acción, o inoperancia, si no se forma opinión en base a lo que podríamos llamar prejuicios operativos, los cuales podríamos definir como aquellos prejuicios que, ocupando un espacio vacío en nuestra percepción del mundo, nos permiten completar otros pensamientos y de ese modo racionalizar mejor nuestra experiencia para tomar decisiones.

Por supuesto que nuestras decisiones serán siempre mejores cuanta mayor información tengamos. Por este motivo, con el tiempo debemos revisar nuestros prejuicios, ya que tienden a permanecer en nosotros, y no cambiarán si no hacemos un esfuerzo a nivel consciente. Una vez que hemos logrado formarnos opinión sobre algo desaparece la tensión interna que nos impulsa a conocer más, y nos conformamos. 

Tener prejuicios no es malo, siempre que nos ayude a mantenernos en movimiento. Pero saber que lo que tenemos es un prejuicio, es aún mucho mejor. Con tiempo y dedicación podremos formarnos una opinión más productiva.