Mostrando entradas con la etiqueta sucesion. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta sucesion. Mostrar todas las entradas

domingo, 15 de septiembre de 2013

TEST GAL: AVERIGUA SI TU EMPRESA ES O NO FAMILIAR.


Existen empresas familiares y existen familias empresarias, y no son lo mismo. Normalmente detrás de una empresa familiar existen una o más familias empresarias, las cuales suelen haber realizado más de un emprendimiento. Es típico de una familia empresaria que cada nueva generación se sume a un negocio familiar o emprenda uno propio. La formación, el ambiente y la genética se combinan para ofrecer nuevos emprendedores. 

El universo de las empresas familiares es muy amplio. Las mismas son un importarte motor de la economía, y según la definición que se adopte representan entre un 50 y un 85 % porciento del total de empresas.

Los problemas de las empresas familiares son peculiares. Es por eso que abordar la administración de un organización de este tipo requiere una visión particular. Y en tal sentido es importante también utilizar una definición operativa, que permitan su rápida identificación. Sugiero la siguiente, que una empresa es famliar cuando pertenece a una o más familias y al menos dos integrantes de generaciones diferentes conviven en la administración cotidiana del negocio, percibiendose a sí mismos como empresa familiar y con visión de legado.

Es decir, deben superar lo que denomino el Test GAL:

Generaciones: ¿conviven en la administración del negocio o tienen funciones directivas dos o más integrantes de dos o más generaciones diferentes? Por ejemplo, Juan es gerente general y su sobrino Lucas es responsable de marketing. Pero es importante que uno de ellos sea el número uno, entendido como la persona con mayor autoridad en la empresa. Hasta que un integrante de una próxima generación no haya ingresado al negocio, no es posible decir que la empresa es familiar, porque todavía no se producen los problemas de convivencia organizacional que las caracterizan.

Accionistas: ¿son estos familiares parte de una de las familias propietarias?  Pudiendo ser ellos mismos accionistas o no, es importante que exista un lazo sanguineo directo con alguna de las familias propietarias. Siguiendo el ejemplo, Juan es accionista, pero Lucas no, aunque su padre Ricardo sí lo es.

Legado: ¿el número uno piensa que el futuro de la empresa se encuentra vinculado a la familia? En nuestro caso, es fundamental que Juan, siendo parte de la familia propietaria y número uno del negocio, solamente conciba el traspaso del poder a manos de la próxima generación familiar. Si el número uno se imagina vendiendo la empresa a terceros, o la empresa no tiene herederos, se pierde el caracter de empresa familiar. La visión del número uno es tan esencial a la identidad de la organización como lo puede ser su cultura o sus productos.

sábado, 29 de septiembre de 2012

VISION TRASCENDENTE: LA VENTAJA COMPETITIVA DE LAS EMPRESAS FAMILIARES


Hacemos las cosas que hacemos porque tenemos motivaciones. Existen tres fuentes de motivación: EXTRINSECA, generada en factores externos como la remuneración, los premios y los reconocimientos; INTRINSECA, producida por la satisfacción que genera la propia tarea que realizamos; y TRASCENDENTE, cuando hacemos las cosas por el bien que le producen a otras personas. Cuando nos impulsa este último tipo de motivación, somos capaces de liberar una energía productiva más alta, más duradera, aún en condiciones adversas.

Las empresas familiares tienen la característica particular de estar orientadas hacia el futuro de la familia. Desde el primer momento, el fundador relaciona el éxito del emprendimiento con las mejores posibilidades para los suyos, la noción de legado forma parte inseparable  de la VISION del negocio. 

La visión es lo que imaginamos para la empresa, es una imagen mental de lo que se aspira a construir, es el sueño. Liderar es asociar con un sueño, y los directivos de empresas familiares tienen una ventaja sobre otros. Tienen un sueño para transmitir a la organización, especialmente comprometedor para las nuevas generaciones que se van incorporando, una forma de conectar a los colaboradores presentes con los colaboradores futuros, la visión de un proyecto compartido que es parte de la familia.


Visita mi página en Facebook

miércoles, 29 de agosto de 2012

¿Que hace a las empresas familiares tan especiales?

Sin duda tienen una ventaja competitiva, un enorme potencial, pero solamente algunas logran alcanzarlo, aquellas que consiguen combinar visión, sentido de trascendencia, de legado familiar, de Apellido, con buenas prácticas de gestión. Aquellas que consiguen no verse agobiados por el doble desafío que representa la convivencia de familia y asuntos de negocios en un mismo espacio. 

Por suerte, estamos rodeados de muy buenos ejemplos. Basta con prestar atención a las principales marcas que forman parte de nuestra vida diaria, y descubrir que detrás de ellas suele haber una familia empresaria exitosa.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Políticas Públicas para el Desarrollo de las Empresas Familiares

Promover la supervivencia de las empresas familiares es en cierta forma la defensa de uno de los activos  más valiosos de los cuales contamos como sistema socio económico en cada país, y es una asignatura pendiente para las propias organizaciones empresarias, universidades, organismos públicos y tercer sector en general. La empresa familiar es también una institución privada con fines de lucro, pero tiene un legado, una historia y un apellido, que ningún otro tipo de empresa puede exhibir.

Generalmente este tipo de organizaciones posee menores probabilidades de supervivencia, y su continuidad depende principalmente de lograr un traspaso generacional exitoso, algo que deja de ser solamente un problema puramente directivo y se entremezcla con cuestiones personales e historias de familia.

A pesar de su indiscutida importancia, es poco lo que se hace aún para sostener este tipo de empresas, no digamos sólo en Latinoamérica, sino en todo el mundo. Por fortuna, empiezan a observarse algunas iniciativas interesantes, como el financiamiento ofrecido por el BID para fortalecer capacidades de gestión y la elaboración de Protocolos Familiares.

España tiene una fuerte tradición por el reconocimiento de las familias empresarias. La voz de instituciones como las Asociaciones de Empresas Familiares de Castilla-La Mancha o de Catalunya son tenidas en cuenta por el Gobierno y por los medios de comunicación. Por todo el territorio español se pueden encontrar propuestas académicas específicas en las principales Universidades. También en Estados Unidos, entidades como Family Enterprise USA o The Family Business Institute dirigen su actividad en este mismo sentido, y prestigiosas escuelas de negocios como Harvard y Babson ofrecen formación de primer nivel en estos temas.

Menos son las acciones dirigidas desde el Sector Público. Basta con intentar una búsqueda en Google para frustrarse muy rápidamente ante la escasez de iniciativas. Lamentablemente, los gobiernos sueles basar sus acciones en antecedentes similares y exitosos, y suelen ser poco propensos a la innovación. La incertidumbre sobre los resultados es un elemento poco deseable en la gestión pública por la posibilidad de correr con costos políticos.

Sin embargo, los gobiernos pueden hacer mucho por las empresas familiares, no solamente desde lo legislativo sino también desde la asistencia técnica.  Reflexionando sobre las posibilidades de desarrollar Programas de Promoción de la Empresa Familiar, tendrá mejores resultados y será más sustentable una implementación que tenga en cuenta aspectos de investigación, capacitación y consultorías, o lo que llamo un modelo SFERA por Seguimiento, Formación, Experiencia, Relaciones y Asistencia. Elegí esta palabra por varias cuestiones. La primera, porque la esfera es un cuerpo, que surge de la proyección de un círculo a una tercera dimensión y el modelo de los 3 Círculos es sin duda el módelo teórico más esencial en esta materia. En segundo lugar porque una esfera tiene mucho que simbolizar respecto de redes sociales, y cualquier programa que quiera lograr impacto debe instalarse sobre las comunidades de interés. Y en tercer lugar, porque SFERA me permite unir de manera fácil de recordar los elementos que componen un programa de este tipo, quizá esta última sea la razón primera pero parecía prudente señalar alguna más.

Seguimiento: es necesario entender cómo se comportan las empresas familiares, como se desarrollan y como responden a las políticas públicas que se ejecuten. Sin medición no es posible gestionar, valorar si se han hecho bien o no las cosas. Por eso es importante establecer indicadores sobre esta población, registrar o censar para conducir estudios que puedan permanecer en el tiempo, sirviendo como fuente de información para el desarrollo de nuevos modelos, nuevas acciones y el establecimiento de objetivos cuantificables. El seguimiento no necesariamente tiene que ser llevado a cabo por el propio gobierno. Se lo puede delegar en instituciones académicas y en consultoras especializadas.

Formación: la gestión tiene que ser acompañada con la adquisición de técnicas. Las Escuelas Negocios pueden hacer aquí su mayor contribución. El sector público tendrá que convocarlas, fomentando el desarrollo de materias específicas. El subsidio bien dirigido en este sentido puede ser un disparador muy importante, al menos en el corto plazo, hasta que la difusión de estos nuevos Programas genere su propia dinámica y consecuentemente una demanda que le permita sostenerse en el tiempo.

Experiencia: el conocimiento de la historia nos ayuda a prevenir errores. La sabiduría adquirida por quienes nos precedieron cuando se recibe con apertura y humildad puede ser un legado fundamental para la construcción de nuestro propio estilo directivo. En tal sentido es importante contar con la participación miembros de familias empresarias que puedan compartir sus experiencias, pero también la de ejecutivos no familiares que pueden transmitir una valiosa y complementaria visión. La organización de Foros puede ser el formato más recomendable para estas prácticas.

Relaciones: Las Comunidades tienen más fuera hoy en día que nunca y se potencian con las redes sociales. Desde el Estado puede llevarse a cabo la puesta en marcha de una Red de Empresas Familiares, que permita la interacción, integrando a todas las personas que participen de estas políticas, promoviendo la generación de subgrupos en cada institución participante,

Asistencia: Cada organización tiene sus propios tiempos, sus propios desafíos. El Estado puede organizar la Asistencia Técnica dirigida a una mayor profesionalización de las organizaciones familiares, y particularmente focalizada en la realización de "Protocolos" y la Identificación de "Sucesores". Esta asistencia también podría efectuarse a través de las Universidades o Consultoras especializadas y promovidas con algún tipo de subsidio o crédito fiscal.

Hasta aquí algunas ideas. Estimados Funcionarios, ahora hay que animarse. Las Empresas Familiares aguardan con entusiasmo. Buena suerte.

jueves, 27 de octubre de 2011

VITRAMEAL (caso empresas familiares)



En la década del 80, Carlos Westein comenzó en un pequeño local una marca que veinte años después emplearía casi dos mil personas y tendría representación en las principales ciudades de Argentina. La exitosa empresa de comidas rápidas no tenía en la actualidad suficientes ejecutivos profesionales, y el estilo de conducción más bien personalista de Carlos había desmotivado a más de un ejecutivo con ansias de hacer carrera. La empresa tenía tres accionistas. Carlos poseía la mayor participación y sus dos hijos una parte minoritaria, aunque ninguno de ellos se involucraba activamente en la gestión. Solamente su hija había demostrado interés en el mundo de los negocios y ocupaba un puesto de analista de marketing en una gran empresa internacional. Podía enterarse de la marcha de Vitrameal a través de su padre o tener una visión complementaria a través de su novio (y prometido) que era empleado junior de su empresa desde hacía varios años.

Carlos pensaba que había llegado el momento de comenzar a delegar el poder y contrató a una consultora de su confianza para buscar un gerente general. La publicación de la búsqueda en los principales diarios del país generó mucha sorpresa en el equipo gerencial. Quedaba claro que ninguno de ellos tendría posibilidades de ocupar ese puesto, pero esa suele ser una práctica bastante habitual cuando se busca “sangre nueva”. En una de las entrevistas del proceso de selección, el candidato le preguntó a Carlos qué pretendía de un Gerente General. De manera pausada, como si estuviera hablando el voz alta, contestó:
“Yo ya estoy tranquilo desde el punto de vista patrimonial; con la Compañía he hecho mucho dinero. Sin embargo, tengo muchas cosas pendientes en mi vida. Por ejemplo, me encantaría ir a estudiar historia del arte a Londres. Y me gustaría poder llamar al gerente general una vez por mes, y que me diga que todo marcha conforme al plan”

Unos cuantos meses después, ingresaba Luciano Garciarena, un ejecutivo joven de unos 36 años, contador, máster egresado una de las mejores escuelas de negocios de Europa y una trayectoria profesional de varias años en cargos ejecutivos relacionados con diferentes áreas funcionales en sectores diversos.
“Me entusiasman las nuevas ideas que propones implementar para conducir la empresa, eso de la medición de los objetivos, la gestión a la vista…”- le decía CW a Luciano en una oportunidad.
“Gracias, también estoy muy entusiasmado, el desafío es muy importante, aunque tendremos que hacer también algunos cambios en los gerentes. Manejar un negocio de este tamaño requiere también técnica, no sólo experiencia”- respondía el novel gerente general.
“Claro, claro…ya veremos”.

La primera propuesta de cambio fue en el sector comercial. Así llegó a la empresa un ejecutivo proveniente del sector de seguros, graduado de la escuela de negocios número uno de Sudamérica, Fernando Bogado. Su predecesora contaba con más de veinte años en la empresa, desde su fundación, y había ocupado varios cargos, desde el puesto de secretaria del propio Carlos hasta alcanzar la gerencia comercial. No fue fácil plantear su remoción; sin embargo, Carlos coincidió en la necesidad del cambio, y participó activamente en el proceso de selección del nuevo Gerente. Finalmente, cuando se aprobó, Lorena Sánchez no abandonó la empresa, sino que fue ubicada en otra gerencia creada especialmente para ella. En la comunicación formal al personal, Luciano expresaba, entre otras cosas,”…Lorena, que conoce en detalle el comportamiento de la mayoría de nuestros clientes, podrá contribuir con su experiencia a mejorar la calidad de servicio de nuestra Compañía. Será una especie de ombudsman del cliente….”.
El primer año de esta nueva gestión no fue fácil, y la situación del sector no la favoreció particularmente. VITRAMEAL mostraba estadísticas que no eran especialmente alentadoras. El sector operativo, hoy a cargo de Gladys Fonseca, una mujer de mucha confianza de Carlos, pero sin experiencia previa en sectores operativos, demandaba permanentemente mayor cantidad de personal para cumplir con las demandas de los clientes, y el mercado laboral caracterizado por un exceso de demanda, obligaba a gastar cada vez más para reclutarlos. Las ventas no acompañaban lo suficiente, los márgenes se reducían. Los cortos tiempos de entrega, que habían caracterizado a esta empresa en el mercado logrando posicionarla como una compañía de entrega rápida de buena calidad  se incrementaban hasta niveles intolerables, a tal punto que muchos clientes ya comenzaban a cancelar sus pedidos por las demoras excesivas. La solución propuesta por Gladys era siempre “más personal para hacer mejor el trabajo”.

Empezaron a aplicarse nuevas metodologías de gestión, más modernas.  Era frecuente escuchar comentarios sobre sensaciones de una empresa dividida en la antigua y la nueva VITRAMEAL.

“Estos números son insostenibles, te traje para hacer crecer la empresa y en lugar de estar mejor los márgenes se reducen, y para colmo ahora parece haber dos bandos. El tuyo y el de los más viejos. No era lo que yo pensaba. Y el gerente comercial que trajiste y que tanto prometía no consigue resultados. Quiero que se vaya”.-expuso en tono severo Carlos Western.

“No estoy para nada de acuerdo- contestaba Luciano.- Hace muy poco que Fernando llegó a la empresa. Sabes que no he podido gestionar como he propuesto, que no aceptaste todas mis ideas. Lorena no deja de bloquear los cambios que queremos hacer y el sector operativo tampoco responde bien. No fui yo quien nombró a Gladys en la Gerencia Operativa. Pensándolo bien, tal vez no ha sido buena idea trabajar juntos.”
¿Cómo crees que reaccionaron los hijos de Carlos cuando se enteraron de este episodio? Si fueras la hija de Carlos, y tuvieras que aconsejarlo en este momento, ¿qué le dirías?

miércoles, 1 de diciembre de 2010

El Legado de las Empresas de Familia


En todo el mundo las empresas familiares son una parte importante de la economía. Solamente en Estados Unidos, representan más de la mitad de su producto nacional bruto y del empleo interior (Rosenblatt, 1990). Siendo que muy pocas logran pasar de la tercera generación (Elstrodt, 2003), un mejor entendimiento de la manera en que se consiguen transiciones más exitosas de una generación a otra significará también un mayor bienestar para todos aquellos que dependen de éstas.


La sucesión en el ámbito de las empresas familiares tiene un carácter dual. El propietario-directivo se enfrenta no solamente con la transferencia futura de la propiedad sino también con el traspaso de la administración del negocio (De Freyman y Richomme-Huet, 2010).

Dos parecen ser los principales factores que afectan el desarrollo de la empresa familiar y su proceso de sucesión: el tamaño de la familia (en términos relativos al volumen del negocio) y la idoneidad para conducir la organización (en términos de capacidad directiva, técnica y compromiso).
La transmisión de la propiedad en la herencia familiar y la diversidad de estilos e intereses diversos de las generaciones posteriores al fundador condicionan estas empresas, desafiando su supervivencia al reducir sus capacidades competitivas en tres áreas diferentes:

· Marketing: el sesgo de la tradición puede opacar una lectura adecuada de las condiciones del mercado y sus preferencias, reduciendo la adaptabilidad de la firma.

· Inversiones: la familia puede verse tentada a tomar decisiones de inversión basadas en criterios de ahorro más que de rentabilidad o estrategia de negocio, reduciendo sus capacidades operativas.

· Recursos Humanos: existe la posibilidad de transmitir a la empresa los conflictos familiares o la falta de compromiso genuino de algunos directivos. Asimismo la compañía puede verse como una fuente de empleo para los familiares, más allá del sus méritos, reduciendo sus capacidades humanas.

Las empresas familiares enfrentan un doble desafío. Por un lado, como cualquier otra empresa, deben hacer frente a las fuerzas del mercado: el poder de negociación de proveedores y clientes, la amenaza de nuevos entrantes, la existencia de bienes sustitutos y la rivalidad de los competidores actuales (Porter, 1979), pero al mismo tiempo, tienen que resolver las tensiones familiares, que lejos de simplificarse se potencian y complejizan con el tiempo.

El carácter de empresa familiar no está asociado al tamaño de la firma. Por supuesto que la mayoría de las PyMES suelen tener un origen familiar, y esto es posiblemente lo que ha conducido a asociar erróneamente ambos conceptos como si se tratase de dos caras de una misma moneda. No obstante, empresas mundialmente reconocidas como Cargill o Walmart distan mucho de ser pequeñas y sin embargo son excelentes ejemplos de empresas familiares, en ambos casos con peculiares características: Cargill, controlada por la familia homónima es la empresa de capital privado de mayor facturación a nivel mundial, y Walmart, considerada la empresa más grande a nivel global, está controlada también por una familia, los Walton, aunque en este caso su capital cotice también en bolsa.

El punto de partida para abordar este fenómeno es aclarar de qué estamos hablando cuando nos referimos a una empresa familiar. En este sentido considero útil la definición adoptada por el IESE cuando la define como aquella en que una familia (o un grupo de familias) posee una participación accionaria suficiente como para ejercer el control y/o tiene suficiente influencia en los órganos de gobierno corporativo, pudiendo o no intervenir en las gestiones del día a día (Tapies Lloret, 2005).

Algunos investigadores distinguen el comportamiento de las empresas familiares que cotizan en bolsa (públicas) de aquellas cuyos propietarios no abren su capital al mercado de valores (privadas), y señalan que en las primeras el tema de la transferencia de la propiedad es más discutido que en las segundas, que suelen ser empresas más enfocadas a las cuestiones del corto plazo (Murphy, 2005). Esta distinción no es del todo útil, y en todo caso la planificación con horizonte de más largo plazo suele corresponderse con empresas más profesionalizadas, ya sean éstas familiares o no.

El modelo siguiente propone clasificar a las empresas familiares en cuatro escenarios (cuadro 1): político, apertura, management foráneo y sucesión natural.



















ESCENARIO POLÍTICO:

Este es el caso de una empresa vinculada a una familia numerosa, donde es previsible que, a través de la herencia, la propiedad se atomice rápidamente, posiblemente a un ritmo mayor que el crecimiento del propio negocio, lo que provoca un dividendo per cápita cada vez más bajo. La identificación de miembros idóneos en la familia permite incorporarlos a la dirección y eventualmente distinguir a quien pueda ocupar la dirección general a posteriori. No obstante, la existencia de muchos integrantes en la familia puede devenir en conflictos de poderes, haciéndose necesario establecer acuerdos y ocasionalmente reorganizar el negocio en función de aquellos individuos que, por sus evidentes cualidades profesionales y humanas, pueden ser reconocidos como líderes. En muchos casos esta reorganización puede significar separar sociedades y hasta crear nuevas unidades de negocio.

Un ejemplo de familia empresaria situada en el Escenario Político es la familia chilena Del Rio Goudie, que controla las empresas Sodimac (materiales de construcción), Falabella (multitienda), Derco (maquinaria) y Friosur (pesquera), entre otras. Este famoso clan empresario conformado por siete hermanos, hijos del empresario fallecido en 2003 José Luis Del Río Rondanelli, decidió recientemente reestructurar las sociedades, de modo de potenciar los negocios personales y reordenar la estructura global. La estrategia implicó también la venta de parte de las acciones en Falabella para nivelar las participaciones accionarias al mismo tiempo que se distribuye dinero. Los criterios tenidos en cuenta habrían sido los intereses de cada miembro, su grado de aversión al riesgo, las posibilidades de incorporación de la tercera generación y valor de mercado de cada empresa.


ESCENARIO DE APERTURA:

Cuando los miembros de las siguientes generaciones son muy numerosos y entre ellos no es posible identificar a quien posea las características necesarias para asumir con idoneidad posiciones de liderazgo en la empresa familiar, nos encontramos con un escenario que podemos denominar de Apertura, dado que la estrategia más conveniente para este tipo de organizaciones consiste en transferir una parte del capital a terceros, que puedan aportar no sólo capacidad de gestión sino también liquidez para los familiares. De este modo se logra asegurar el futuro del negocio, con mayor creación de valor agregado para la sociedad y permanencia de fuentes de trabajo para sus empleados, sin dejar de contentar a los familiares, que obtienen fondos y evitan las complicaciones futuras.

Una empresa cuya familia propietaria contaba con muchos herederos pero pocos en condiciones de hacerse cargo de la dirección era la cadena de hoteles Hilton, iniciada en 1920 por Conrad Hilton en Estados Unidos. En 2007 esta empresa se vendió al Blackstone Group, uno de los fondos de inversión más grandes del mundo en un operación de más de 26 mil millones de dólares.


MANAGEMENT FORANEO

Este escenario se presenta cuando los miembros de las familias que controlan el negocio no son tantos, y aún así, al no contar ninguno de sus integrantes con un perfil natural de liderazgo, al momento de la sucesión, eligen nombrar un CEO ajeno a la familia.

Arcor, la principal empresa de alimentos de Argentina y el mayor fabricante de caramelos del mundo, fue conducida desde 1993 por Luis Pagani, uno de los seis hijos de Fulvio Pagani. Pero Luis, tras diecisiete años de conducir la empresa familiar, sin encontrar a ninguno de los herederos en funciones gerenciales del grupo, prefirió buscar un CEO externo y promovió el nombramiento de Osvaldo Baños, un experimentado ejecutivo proveniente de las filas de Peugeot. La idoneidad en el caso de Arcor tuvo un fuerte componente de habilidades de gestión en entornos globalizados.


SUCESION NATURAL

Las familias que aspiran a conservar su legado empresarial encuentran las condiciones más favorables en presencia de un escenario de Sucesión Natural. Este es el caso de una compañía controlada por pocos familiares, pocos herederos que a su vez han permitido identificar entre ellos un sucesor digno, un apellido fuerte que además conlleva la idoneidad suficiente para impulsar su crecimiento, la capacidad para dirigir la organización, el entendimiento del mercado y el compromiso por lo que significa más que una parte del patrimonio familiar, es también una fuente de valor para la sociedad, otros accionistas, sus clientes, proveedores y hasta sus propios empleados (stakeholders).

El conglomerado industrial indio Tata, que incluye al mayor productor de té del mundo, la mayor empresa de software de Asia , el segundo mayor productor de acero de India y el mayor fabricante de vehículos comerciales de ese país, reúne todas las características de una empresa que ha sabido transitar de una generación a otra a través de la sucesión natural. Este imperio familiar nació de la mano de Jamsetji Tata hacia 1868 y fue sucedido por su hijo mayor, Dorabji Tata, a principios del siglo XX, y éste a su vez por J.R.D. Tata, su sobrino, en la década del cuarenta. Formado como piloto comercial, J.R.D. fundó la primera aerolinea internacional de India. Finalmente, su sobrino Ratan Tata se hizo cargo de la conducción de la corporación en 1991. Ratan Tata se había formado como ingeniero de la Universidad de Cornell y contaba con una maestría en negocios de la Universidad de Harvard, sumado a más de treinta años de trabajo en los negocios familiares. Ratan, a la edad de setenta y tres años, se prepara para elegir a su sucesor.




En conclusión, la dirección del negocio familiar no puede transmitirse automáticamente a las generaciones siguientes en todos los casos. Existen diferentes escenarios y el más favorable es siempre el de sucesión natural. En estas condiciones, existen mayores posibilidades para identificar un sucesor digno y lograr consenso en la familia para su nombramiento. Por supuesto que esta identificación no es casual. En la mayoría de los casos hicieron falta muchos años por parte de los candidatos para involucrarse en los negocios y un tiempo no menor de preparación profesional. Pero fundamentalmente ha significado un trabajo específico para el número uno que, en busca de su sucesor, habrá tenido que asumir el rol de mentor, facilitando la integración generacional y transmitiendo la visión familiar, actuando como un verdadero líder también puertas adentro de la familia, en el sentido de “inspirarlos y asociarlos con un sueño” que muy posiblemente alguna vez también recibió de sus antecesores.



Artículo publicado en la Revista MANAGEMENT HERALD, Nov/Dic 2010, Año IX, Número 88