martes, 15 de julio de 2014

PUERTOS Y COMPETITIVIDAD REGIONAL


 Los puertos marítimos se han convertido en importantes centros de desarrollo regional. La operación eficiente de la actividad portuaria es fundamental para el acceso a los mercados externos. El uso de metodologías tendientes a lograr una mayor eficiencia como el DEA tiene un enorme potencial para la gestión.


Existen diferentes visiones acerca de lo que determina la competitividad. Para los puertos la competitividad es un objetivo estratégico así como para las regiones que promueven activamente su desarrollo económico, y más allá de sus implicancias en términos de  mayores beneficios para actores del sector privado o ingresos públicos.

Resulta indiscutible que los puertos se han transformado en importantes centros de desarrollo regional, económico y social, constituyendo nodos de conexión esenciales entre el transporte marítimo y el terrestre. Y el funcionamiento eficiente de cualquiera de las actividades que se desarrollan en el recinto portuario es fundamental para que los productos que utilizan el transporte marítimo lleguen a destino con el mínimo costo y en el menor plazo de tiempo.

La búsqueda de una mayor competitividad tiene normalmente como consecuencia, o como respuesta, la generación de una eficiencia mayor. En la industria portuaria  esta búsqueda ha tomado la forma de reformas estructurales en cuanto al modelo de  gestión y propiedad.

La medición del desempeño en un ámbito portuario permite que los distintos agentes que interactúan mejoren su comportamiento, mientras contribuye a acentuar un rol desarrollista en la propia Autoridad Portuaria, la cual a través de la comparación nacional o internacional (benchmarking) pueda promover la adopción de las mejores prácticas. Las metodologías que facilitan esta evaluación objetiva de los agentes económicos constituyen la herramienta fundamental para implementar tales políticas.

Un puerto será técnicamente eficiente cuando obtenga el máximo producto (output) posible con la combinación de insumos (inputs) que emplee. Para un puerto un mayor producto se materializará en la forma de mayores volúmenes de mercancías, y sus insumos serán infraestructuras y personas. Normalmente cuando se procura medir la eficiencia de cualquier tipo de organización se utilizan cocientes de insumos y productos, pero cuando la complejidad del proceso es mayor suele recurrirse a medidas ponderadas, como el Análisis Envolvente de Datos (DEA) el cual constituye  un poderoso método de comparación agregada, y que permite determinar la productividad de organizaciones con múltiples e incomparables insumos y resultados.
El análisis DEA fue introducido inicialmente por Charnes, Cooper y Rhodes (1978) para calcular índices de eficiencia técnica a partir de optimización matemática, resolviendo un programa lineal para cada unidad productiva observada.  Es un método no paramétrico para la estimación de fronteras de producción y evaluación de la eficiencia de una muestra de unidades de producción (DMU’s o decision-making units, en la terminología habitual), en forma relativa. En este tipo de análisis se calcula la eficiencia relativa para cada DMU comparando sus insumos y resultados respecto a todas las demás DMUs. Es un método de frontera, es decir que se evalúa la producción respecto a las  funciones de producción, donde por función de producción se entiende el máximo nivel de output alcanzable con una cierta combinación de insumos, o bien, el mínimo nivel de insumos necesario en la producción de un cierto nivel de resultados. Por tratarse de un método no paramétrico, no requiere ninguna hipótesis sobre la frontera de producción, siendo la eficiencia de una unidad definida con respecto a las unidades “observadas” con mejor comportamiento.
La utilización de este enfoque en la industria portuaria registra varios antecedentes, en regiones diversas: Italia (Marchese y otros, 2000), España (Bofarull, 2002), Portugal (Barros, 2003), Argentina (Arieu, 2004),  Mexico (Estache y otros, 2004), Corea (Park y otros, 2004), Asia (Lee, Chou y Kuo, 2005) o China (Haibo y Shuwen, 2007).

Existen diversas metodologías orientadas al logro de una mayor eficiencia en los puertos. Una encuesta que dirigí en el año 2002 a las autoridades portuarias de varios países latinoamericanos como parte de un estudio más amplio en que además se calcularon indicadores de eficiencia para puertos argentinos subraya el uso del Analisis FODA y el Tablero de Comando como técnicas más difundidas. El Analisis FODA es una metodología de amplia difusión en la gerencia, que permite inventariar puntos a favor y en contra de la propia organización (Fortalezas/Debilidades) o externos (Oportunidades/ Amenazas). Por su parte el Tablero de Comando reúne los indicadores clave de un negocio, que permiten de una forma rápida y sintética contar con una evaluación suficientemente amplia del estado de situación de la empresa.
El Análisis DEA es una metodología de aplicación relativamente simple.  Al requerir solamente la actualización de datos de insumos y resultados, un modelo previamente parametrizado permite su utilización por gerentes sin necesidad de la asistencia permanente de consultores especializados. Siendo ideal para procesos complejos, es de esperar una aceptación creciente en un sector tan influyente de la economía, como lo es la industria portuaria.
Por supuesto, la cantidad de recursos empleados en una organización es un reflejo de las capacidades intrínsecas de una firma. La mayor fortaleza de una firma proviene de sus ventajas competitivas que muchas veces residen en su capital humano y que en definitiva requieren que los gerentes actúen sobre la cultura organizacional para generar cambios significativos con resultados extraordinarios. Por tal motivo,  contar con herramientas que brinden objetividad, y que permitan compartir  información, contribuyen a un esfuerzo sinérgico y a una mayor competitividad con ganancias para todos sus participantes.





ARTICULO PUERTOS Y COMPETITIVIDAD REGIONAL - Agustin Arieu
Publicado por: Revista Enfasis Logistico, Abril 2014


domingo, 15 de septiembre de 2013

TEST GAL: AVERIGUA SI TU EMPRESA ES O NO FAMILIAR.


Existen empresas familiares y existen familias empresarias, y no son lo mismo. Normalmente detrás de una empresa familiar existen una o más familias empresarias, las cuales suelen haber realizado más de un emprendimiento. Es típico de una familia empresaria que cada nueva generación se sume a un negocio familiar o emprenda uno propio. La formación, el ambiente y la genética se combinan para ofrecer nuevos emprendedores. 

El universo de las empresas familiares es muy amplio. Las mismas son un importarte motor de la economía, y según la definición que se adopte representan entre un 50 y un 85 % porciento del total de empresas.

Los problemas de las empresas familiares son peculiares. Es por eso que abordar la administración de un organización de este tipo requiere una visión particular. Y en tal sentido es importante también utilizar una definición operativa, que permitan su rápida identificación. Sugiero la siguiente, que una empresa es famliar cuando pertenece a una o más familias y al menos dos integrantes de generaciones diferentes conviven en la administración cotidiana del negocio, percibiendose a sí mismos como empresa familiar y con visión de legado.

Es decir, deben superar lo que denomino el Test GAL:

Generaciones: ¿conviven en la administración del negocio o tienen funciones directivas dos o más integrantes de dos o más generaciones diferentes? Por ejemplo, Juan es gerente general y su sobrino Lucas es responsable de marketing. Pero es importante que uno de ellos sea el número uno, entendido como la persona con mayor autoridad en la empresa. Hasta que un integrante de una próxima generación no haya ingresado al negocio, no es posible decir que la empresa es familiar, porque todavía no se producen los problemas de convivencia organizacional que las caracterizan.

Accionistas: ¿son estos familiares parte de una de las familias propietarias?  Pudiendo ser ellos mismos accionistas o no, es importante que exista un lazo sanguineo directo con alguna de las familias propietarias. Siguiendo el ejemplo, Juan es accionista, pero Lucas no, aunque su padre Ricardo sí lo es.

Legado: ¿el número uno piensa que el futuro de la empresa se encuentra vinculado a la familia? En nuestro caso, es fundamental que Juan, siendo parte de la familia propietaria y número uno del negocio, solamente conciba el traspaso del poder a manos de la próxima generación familiar. Si el número uno se imagina vendiendo la empresa a terceros, o la empresa no tiene herederos, se pierde el caracter de empresa familiar. La visión del número uno es tan esencial a la identidad de la organización como lo puede ser su cultura o sus productos.

martes, 11 de junio de 2013

MOTIVACION Y ZONA DE CONFORT



Un alumno del MBA de UTN compartió conmigo este video después de tratar en clase este tema . Me pareció muy bueno y quise compartirlo también aquí.

domingo, 28 de abril de 2013

Jornada sobre Emprendedores B y Empresas Sustentables


Organizada conjuntamente por la Universidad de Flores y el Despacho de la Diputada Nacional Cornelia Schmidt Liermann, con la colaboración de Profesionales PRO se realizó esta semana una Jornada sobre Emprendedores B y Empresas Sustentables.

La jornada estuvo dividida en 3 paneles: político, privado y tercer sector. En el primer panel participaron los diputados nacionales Cornelia Schmidt y Carlos Brown, los secretarios Guillermo Dietrich y Gustavo Svarzman y el Director Gabriel Monzon. La mesa fue moderada por Juan Cernusco, abogado y jefe de asesores de la Diputada Schmidt. Los políticos presentaron sus puntos de vista y coincidieron en la necesidad de impulsar leyes para promover esta nueva visión de los negocios.

El panel privado fue moderado por Agustín Arieu y contó con la participación de los emprendedores Federico Pedernera (médico, de Epicrisis), Marcos Mafia (kitesurfer, de Mafia Bags), Alejandra Gotelli (diseñadora, de Cubreme) y Guillermo Casarotti (especialista en marketing, de Inti Zen). Surge en esta presentación que las empresas que se ocupan de la sustentabilidad requieren un compromiso que supera los beneficios económicos, es importante educar a los consumidores y hace falta apoyo del sector público para instalar el concepto. Ser sustentable es producir pensando en la gente (Arieu)

Por su parte el panel del tercer sector fue moderado por el Dr. Roberto Kertesz, rector honorario de la Universidad de Flores y contó con las presentaciones de Victor Kertesz y Jorge Castro de la UFLO y Walter Rodriguez y Carlos Petinarotti de la UTN, que comentaron las actividades que desarrollan ambas casas de estudio para dar soporte a los emprendedores.

El evento finalizó con la presentación de una Orquesta Juvenil de la Ciudad.











lunes, 25 de febrero de 2013

¿POR QUE EXISTE INFLACION EN ARGENTINA?


La inflación es el aumento generalizado y sostenido de los precios. Desde que existe el dinero fue siempre uno de los mayores problemas económicos y sociales de la humanidad, y  su principal efecto ha sido restarles a las personas su poder adquisitivo, la capacidad para comprar los bienes que necesita, siendo los grupos de menores ingresos y los asalariados los más afectados. La inflación también reduce las inversiones, que no es otra cosa que provocar menos empleo.
Durante las últimas décadas se trató de un fenómeno que el mundo en general aprendió a controlar. Pero lamentablemente siguió siendo un grave problema en algunos pocos lugares como Argentina, Venezuela, Congo, Etiopía o Sudán. Se trate de la medición oficial (11 %) o de la privada (25 %), la inflación anual en nuestro país es injustificadamente alta.
En enero de este año la cantidad de billetes en circulación informada por el Banco Central superó los 230 mil millones de pesos. Un año atrás ascendía a 170 mil millones. Esto significa que el volumen de billetes que se puede utilizar como medio de pago aumentó 35 % en sólo doce meses. En el mismo período la economía argentina creció menos de un 2 %. Es decir, la gente tiene muchos más billetes para intercambiar por casi la misma cantidad de bienes y servicios. Y el principio de la escasez también se aplica al dinero. Lo escaso es más valioso y lo abundante, menos. Si se tienen más billetes para comprar las mismas cosas, el dinero pierde valor. Los precios, que no son otra cosa que la cantidad de pesos que se necesitan para cambiarlos por un producto cualquiera, ante esta circunstancia solamente pueden subir. Podría no ser así si las personas desearan conservar el dinero por alguna razón, pero cuando la inflación es alta, se produce un circulo vicioso por el cual prefieren desprenderse rápidamente de la moneda, como forma de protegerse, porque saben que mañana el mismo papel, tenga la cara de Roca o de Evita, le alcanzará para comprar menos cosas.
En nuestra opinión, la tasa a la cual se expande la cantidad de dinero debe disminuir, tiene que acompañar el ritmo al cual crece la economía. Y si el Gobierno elige no aumentar su endeudamiento, entonces debe ordenar su gasto, estableciendo prioridades en función de una agenda que tenga suficiente consenso.
Atacar la inflación debe ser una prioridad para el Gobierno Nacional. No tiene ningún sentido disimularla, ni culpar a otros actores, ni presentarla como algo bueno. No existe tal lado positivo. Con una inflación tan alta, nuestra moneda tiene hoy dos caras: mayor pobreza de un lado y menor confianza del otro.

domingo, 11 de noviembre de 2012

CUANDO EL PREJUICIO NO ES MALO



Nos enseñaron toda la vida que juzgar a los demás es malo, y que prejuzgar es aún peor. Pero quienes nos alertaban sobre estas inapropiadas conductas sociales no advertían que formarse un concepto de los otros a través de lo que conocemos de esas personas, o de lo que no conocemos, es inherente a la propia naturaleza humana. Necesitamos interpretar la realidad para tomar decisiones de todo nivel, y en ese entendimiento del entorno evaluamos constantemente a quienes nos rodean, formando opiniones. Si no lo hiciésemos nos quedaríamos paralizados, ya que la opinión precede a las decisión, y ésta a su vez a la acción.

Un juicio puede ser equivocado, pero cuando se realiza en forma cuidadosa, crítica y reflexiva tiene mayor posibilidad de ser acertado. El juicio acerca de los demás se basa en lo que conocemos de esas personas. Pero conocer requiere tiempo y dedicación, y como la mayoría de las veces no los tenemos, el prejuicio se hace imprescindible. No tenemos elementos suficientes para juzgar, pero si no prejuzgamos tampoco podemos actuar.

El problema con los prejuicios es que necesitamos advertir que son sólo eso, y que no pueden ser definitivos. Los prejuicios hablan más de nosotros mismos que de las personas que son objeto de ellos; cuando formamos opinión sobre los demás a partir de un prejuicio, lo hacemos basados en nuestra propia historia, forma de pensar y percibir al mundo.

Quienes son responsables de conducir una organización interactúan con decenas o cientos de personas, algunas de forma más cercana, otras de manera superficial. También asumir una posición nueva en un nuevo sector obliga a trabajar con información incompleta sobre el resto del equipo. Ambos casos pueden dar lugar a una profunda falta de acción, o inoperancia, si no se forma opinión en base a lo que podríamos llamar prejuicios operativos, los cuales podríamos definir como aquellos prejuicios que, ocupando un espacio vacío en nuestra percepción del mundo, nos permiten completar otros pensamientos y de ese modo racionalizar mejor nuestra experiencia para tomar decisiones.

Por supuesto que nuestras decisiones serán siempre mejores cuanta mayor información tengamos. Por este motivo, con el tiempo debemos revisar nuestros prejuicios, ya que tienden a permanecer en nosotros, y no cambiarán si no hacemos un esfuerzo a nivel consciente. Una vez que hemos logrado formarnos opinión sobre algo desaparece la tensión interna que nos impulsa a conocer más, y nos conformamos. 

Tener prejuicios no es malo, siempre que nos ayude a mantenernos en movimiento. Pero saber que lo que tenemos es un prejuicio, es aún mucho mejor. Con tiempo y dedicación podremos formarnos una opinión más productiva.